Corría el año 1936, Buenos Aires era una ciudad en plena expansión, nuevos edificios, grandes tiendas, 3 líneas nuevas de subterráneos, nuevos Parques, Teatros y el dirigible Graf Zeppelin sobrevolando los cielos de la urbe en ebullición.
Uno de los grandes proyectos de aquel año era la Avenida 9 de Julio, su construcción comenzó entre las calles Bartolomé Mitre y Viamonte, proyectándose hacia sur y norte, demoliendo todo lo que había a su paso, es así como en la intersección de la recientemente ensanchada Avenida Corrientes y la 9 de Julios, se crea la Plazoleta de la República, donde antiguamente se encontraba la Iglesia de San Nicolás, en cuya torre se izo la Bandera Argentina por primera vez en la Ciudad en 1812.
El entonces Intendente de Buenos Aires, Mariano de Vedia y Mitre, un importante abogado considerado un controvertido y modernista por sus importantes obras públicas, firmó un decreto para para la ejecución de una obra de carácter extraordinario, «un monumento que simbolice el homenaje de la Capital a la República», en conmemoración de los 400 años de la primera fundación de la ciudad por Don Pedro de Mendoza en 1536.
Se le encargó entonces, al arquitecto Alberto Prebisch ,la construcción de un obelisco que se realizó en solo sesenta días: la obra comenzó el 20 de marzo de 1936, y fue inaugurada el 23 de mayo de ese año. En un periódico de la fecha puede leerse
«Son exactamente las 15, cuando la Banda Municipal ejecuta el Himno Nacional. Se cortan simbólicamente las cintas y se declara inaugurado el nuevo tramo del ensanche y el gran Obelisco, convertido ya en motivo inspirador del tradicional ingenio porteño. En la rotonda se han reunido chicos de las escuelas. Sus cantos tienen resonancia significativa. Parecen anunciar y saludar a la vez a la gran urbe del futuro. Todos se sienten un poco emocionados. Hasta los más desaprensivos intuyen que Buenos Aires da otro paso hacia adelante.»
En 1938 al desprenderse parte de las piedras blancas que cubrían el monumento, se decide remplazarlas con revoque de cemento, imitando las lajas y pintándolo con pintura de látex. Debido a esto un año mas tarde en 1939, el Concejo Deliberante aduciendo cuestiones estéticas, económicas y de seguridad, decidió demolerlo. Pero la ordenanza fue vetada por el entonteces Intendente Goyeneche y la misma no prospero.
Desde entonces el Obelisco es el símbolo de Buenos Aires, es el punto de encuentro de miles de Argentinos y turistas que deciden visitarlo para fotografiarse con el principal monumento de la ciudad.
El mismo posee una altura de 67,5 m, tiene una sola puerta de entrada y en su cúspide hay cuatro ventanas, con persianas metálicas, a las que sólo se puede llegar por una escalera marinera de 206 escalones con 7 descansos cada 8 m y uno a 6 m.
En sus cuatro laterales pueden leerse 4 fechas :
- En este sitio en la torre de San Nicolás fue izada por primera vez en la ciudad la Bandera Nacional el XXIII de agosto de MDCCCXII. (23 de Agosto de 1812)
- Capital Federal
Ley dictada por el Congreso Nacional el XX de septiembre de MDCCCLXXX a iniciativa del Presidente Nicolás Avellaneda Decreto del Presidente Julio A. Roca VI de diciembre de MDCCCLXXX. (20 de Septiembre de 1880, fecha en que la Ciudad de Buenos Aires fue declarada Capital de la República Argentina) - Segunda Fundación de la ciudad por Juan de Garay, XI de junio de MDLXXX. ( 11 de Junio de 1580)
- Buenos Aires
a la República
En el IV Centenario de la fundación de la ciudad por Don Pedro de Mendoza.
II de Febrero de MDXXXVI. (11 de Febrero de 1536)
En su interior cuentan que existe una caja de hierro empotrada que según se dice guarda una foto del jefe de máquinas de la construcción, y una carta destinada a quienes lo demuelan. Ojala que nunca nadie tenga que leer esa carta.